El tiene la barba larga, lleva baston con forma de cabeza de dragon y guantes de cuero.
Ella le apunta con una linterna.
El para de jugar con su dentadura y la mira.
Ella disimula.
El sigue con su dentadura.
Ella le vuelve a alumbrar.
El empieza a hablar con ella y mientras hablan se quita los guantes.
Yo veo un tatuaje de un lagrto en su mano que empieza en los nudillos y termina al principio de la muñeca.
El le ofrece un chicle a ella y acto seguido uno a mi.
Yo le doy las gracias, lo acepto, lo guardo y aprieto el boton de stop. La siguiente es mi parada.
El bus para, yo me bajo y el me desea buenas noches con una sonrisa en la cara.
La puerta del bus se cierra y yo no me doy cuenta de que dejo escapar un suspiro acompañado de un "guau".
El bus se aleja y yo no puedo evitar pensar en que era exactamente como Salvador Dali.
1 comment:
Super microcuento
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